Radio América. Hay personas que luchan sin importar las adversidades, que si se caen, se levantan y la palabra «rendirse» no existe en su vocabulario. Seres que pelean para sobrevivir en un mundo que con solo el simple hecho de respirar es una victoria y Paola López, es quien enseña el significado de estas palabras.
Con tan solo 20 años de edad, emprendió una ruta lejana con el propósito de ayudar a su familia, pues la estabilidad económica que tenían no era la mejor y a pesar de cada una de las dificultades que la rodearon no dejó de cumplir el sueño de ser una universitaria.
Paola López: Orgullosa de sus raíces
Norma Paola López Cardona, nació el 27 de marzo de 1996 y con 25 años de edad ha cumplido objetivos de vida que para muchos jóvenes le son difíciles de cumplir. Originaria de Reitoca y como expresa Paola, «un bello y pintoresco municipio de Francisco Morazán» está orgullosa de representar sus raíces y tierra.
Falta de oportunidades
La falta de oportunidades y de trabajo hicieron que su padre tomara la decisión de viajar hacia Estados Unidos, en ese momento Paola tenía 9 años y su hermano 1 año de edad.
Un año después de residir, su padre fue deportado. Al llegar nuevamente a Honduras estuvo solo por un mes, ya que la diferencia de la situación económica de Estados Unidos y Honduras, era terrible. Al emprender otra vez el viaje por el sueño americano, Paola expresó el recuerdo del último abrazo que le dio.
«Fue a las 6 de la mañana, entre dormida y despierta le dije adiós, le di un abrazo y él me dio un beso y me dijo ‘cuídese hija’».
Luego de residir por aproximadamente 8 años en Estados Unidos en un día cotidiano y después de una conversación con su padre, Paola cuenta la última vez que conversó con él. “Me dijo: ‘hija iré a jugar, les llamaré más tarde’. Yo le iba a decir que no fuera, pero sabía que se lo merecía luego de trabajar por toda la semana”.
Al llegar la noche y ver que su primogénito no llamaba, junto a su madre decidieron comunicarse con él y después de insistir con varias llamadas y ver que no contestaba durmieron con el pensamiento de por qué no respondió. A la mañana siguiente un primo y un amigo le dieron la noticia de que su padre estaba muerto.
“En ese momento reaccioné molesta y les dije que esas no eran formas de bromear, sin embargo era cierto, mi padre había muerto. Llamamos a sus amigos en Estados Unidos y nos lo confirmaron”.
9 años después de ver a su padre, pero esta vez en un ataúd, marcó para siempre la vida de la joven y al sentir el dolor más grande que haya enfrentado con su familia, le dieron sepultura. Allí prometió que estudiaría, pues sabía que el anhelo de su padre era que estudiara.
“Nos imaginábamos el reencuentro de nuestra familia porque sus planes eran volver pronto, sin saber que no se nos daría esa oportunidad”.
Un viaje sin retorno
A la edad de 20 años emigró a España a causa de la mala situación económica, la falta de empleo, despido de su madre del trabajo y la muerte de su padre.
«Hablé con unas primas que llevaban varios años aquí y me dijeron que me viniera, que había trabajo y se ganaba bien. Conversé con mi madre y tomé la decisión de venirme con la esperanza de ganar dinero para ayudar a mi familia, ahorrar y estudiar una carrera universitaria».
Cuando el avión aterrizó en España, Paola fue consciente de la decisión que había tomado y de los miles de kilómetros que la separaban de su familia.
«Fue un cambio radical, te enfrentas a una nueva cultura, comidas, formas de hablar, pues aunque hablemos el mismo idioma, tenemos maneras diferentes de nombrar las cosas. Es un mundo totalmente nuevo».
Desde que llegó a España se dedicó al cuidado de personas mayores, tanto de forma interna (Vivir en el domicilio de la persona a cuidar), como externa (Se va por horas a la casa de la personas a cuidar). Gracias a su trabajo ha podido ayudar a su madre y hermano, asimismo pagar una carrera universitaria, un sueño por el cual pocos luchan.
Su sueño siempre fue tener una carrera universitaria
El sueño de Paola siempre fue tener una carrera universitaria, después de 6 meses de vivir en España y ver como funcionaba todo, decidió empezar a estudiar. Quería empezar desde antes, pero debía adaptarse al trabajo para poder llevar al mismo tiempo el trabajo y estudio.
Tiempo después logró matricularse en la Universidad Tecnológica Centroamericana (UNITEC) por medio de clases en línea en la carrera: Administración de Empresas.
Cursar cuatro años de carrera, no fue una tarea fácil, su rutina era complicada y de gran sacrificio. Al trabajar de interna dedicaba todo su tiempo a la persona mayor que cuidaba, aún cuando dormía, pues si se despertaba por la noche tenía que estar pendiente por si la necesitaban. Siempre aprovechó los pequeños ratos libres para hacer sus tareas y cuando trabajó externa hacia sus tareas por las noches al salir del trabajo.
El apoyo de su familia y novio fueron básicos para seguir adelante, e incluso el de personas que conoció en su viaje por el mundo universitario, entre ellas una joven a quien agradece muchísimo porque siempre estuvo para ella.
«Cuando empiezas ves muy lejos llegar al final, pero sin darte cuenta te sumerges en este mundo y el plan de clases por cursar van disminuyendo, llegando así hasta la meta».
“Nada salió como lo había planeado, salió mejor de lo que creí”
«Me considero una persona optimista, luchadora, soñadora que no se rinde y que lucho hasta conseguir mis objetivos» confesó Paola, y luego de ver como ha sido su camino en medio de tantas adversidades da como ejemplo que no existen parámetros para no conseguir lo que se quiere y más si se trata de estudiar.
Paola López resumió su vida como: “Nada salió como lo había planeado, salió mejor de lo que creí”. También dijo que estudiar Administración de Empresas, no estaba dentro de sus planes, pero al optar por ella se sintió muy satisfecha.
«Al graduarme sentí una emoción inmensa, ya que logré uno de mis más grandes objetivos. Saber que mediante mis esfuerzos pude lograrlo me llena de satisfacción, y le doy las infinitas gracias a Dios por ello».
Mensaje a los jóvenes
«Como jóvenes tenemos sueños, muchas veces las situaciones son muy difíciles y no nos permiten lograr nuestros objetivos en el tiempo que nos los hemos propuesto. Muchas veces parece que los sueños no se realizarán en el tiempo que pensaste y al no poder realizarlos te das por vencido, pero no debe ser así, todo tiene su tiempo. El tiempo de Dios es perfecto, él provee cuando menos lo esperamos, solo hay que dejarse guiar por él y luchar muchísimo por lo que se desea, porque somos capaces, una persona con sueños es una persona rica, ya que su deseo es tan grande que lo alimenta día a día hasta conseguirlo».
No te quedes sentado pensando en que es tarde para hacer las cosas, nunca lo es si tu anhelo es cumplirlo. Lucha como Paola, quien no se rindió hasta cumplir su sueño y que sigue en la batalla para conseguir objetivos más grandes que los planeados.
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