Radio América. Los pobladores de varias comunidades cercanas al cementerio Los Ángeles en Tegucigalpa se congregaron esta mañana del lunes en protesta contra las autoridades.
Los vecinos se niegan a que personas fallecidas víctimas del COVID-19 sean sepultadas en la zona por temor a contaminarse.
Una horas más tarde los moradores de ese sector cumplieron sus amenazas con la toma de la carretera, a la altura del kilómetro 10 en la salida a Olancho.
“Están viniendo a enterrar muertos por COVID-19, lo que sentimos nos afecta a los pobladores de la zona, por favor no lo hagan”, expresó una de las manifestantes.
Pues uno de los casos más recientes es el de una mujer fallecida el fin de semana en Tegucigalpa en el hospital cardiopulmonar de El Torax, la cual era originaria del departamento de Valle, sur del país.
Ante eso los vecinos de Río Abajo, Linda Miller y Villa Madrid esta mañana bloquearon el paso con la quema de llantas y ramas de árboles.
Los médicos han explicado que el entierro de un fallecido con todos los protocolos de bioseguridad no significa ningún riesgo para las comunidades.
En respuesta los manifestantes expresaron: “Nadie nos lo asegura que un muerto de esos -de coronavirus- no va a contaminar”.
Conforme a la Ley del Sistema de Gestión de Riesgos (Sinager), el jefe de la región metropolitana de Salud, Harry Book, explicó que todo paciente fallecido a causa del virus en otro departamento no puede ser trasladado a su lugar de origen.
“Por lo tanto, si falleció en Tegucigalpa aquí debería ser enterrado”, precisó el funcionario de la estatal sanitaria.
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