Radio América. Un privado de libertad que guardaba prisión desde hace tres años en la cárcel de máxima seguridad conocida como “El Pozo” en Ilama, Santa Bárbara, falleció producto del coronavirus, informaron este martes las autoridades.
El infortunado se trata de un interno de 52 años de edad que guardaba prisión desde el 2017 en uno de los módulos de dicho centro penal, en el occidente del país.
Para el abogado penalista Marco Zelaya, llama poderosamente la atención que le hayan practicado la prueba de COVID-19 si su fallecimiento no tendría relación a patologías derivadas del letal patógeno.
Pues de acuerdo a las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP) el reo la noche del 20 de abril se encontraba junto a otros compañeros de área viendo televisión cuando sufrió una especie de infarto.
La víctima fue auxiliada en ese momento por sus compañeros de celda quienes le trasladaron hacia una clínica de la prisión en donde llegó sin signos vitales y hasta el día siguiente Medicina Legal hizo su respectivo levantamiento.
Para el profesional del derecho sería una “enorme irresponsabilidad” de parte de las autoridades de gobierno en aprovecharse de la emergencia sanitaria mundial para el desviar de temas de interés nacional por corrupción.
“Desconocemos si es por alguna intención, sin embargo ya se introdujo un proyecto de reforma al artículo 184 del Código Procesal Penal a la espera que sea publicado en el Diario oficial la Gaceta para que sea efectivo y de alguna manera se vea beneficiada cierta población penitenciaria”, expresó.
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