Radio América. En menos de dos semanas, al menos cinco agentes de la Policía Nacional perdieron la vida en enfrentamientos con bandas criminales. Hoy lunes ultimaron a dos uniformados en Olancho y otro en Intibucá.
En el cumplimiento del deber, el agente José Cruz Gómez Vázquez murió cuando unidades operativas realizaban una saturación para capturar a un sujeto que supuestamente asesinó a un ciudadano en Masaguara, Intibucá.
Ante esos hechos, el inspector de policía, Rigoberto Rodríguez, indicó que, debido a la presión social y los operativos para capturar a personas que cometen delitos, el crimen organizado muta y busca formas de operar y por eso los elementos policiales salen afectados.
En ese sentido, las máximas autoridades de la Policía Nacional han girado instrucciones para que equipos de investigación y de inteligencia capturen a los que atacan a funcionarios de seguridad.
Por su parte, la Secretaría de Seguridad a través del portavoz, Edgardo Barahona, lamentó la muerte del agente Jorge Antonio Lobo Martínez, cuando ejecutaba una captura contra uno de los mas buscados en el país a quien se le vincula con la banda criminal de Mito Padilla en Guayape, Olancho.
Al facineroso Yinis Antúnez Antúnez se le responsabiliza de varias muertes violentas en el mencionado sector.
El 24 de abril, desconocidos mataron a tres agentes de la Policía Nacional en una emboscada perpetrada en el departamento de Colón.
El crimen múltiple se registró en la aldea Agua Amarilla del municipio de Trujillo, indicó la Policía hondureña.
Las víctimas viajaban en una patrulla la cual fue atacada por un grupo de hombres, que bajaron a los policías del vehículo y luego les dispararon, según el informe de las autoridades de la institución armada.
Los policías asesinados fueron identificados como Jairo Marcelino Posadas Ortiz, Jonathan Josué Ramos y Juan Murillo Olivera.
Las fuerzas de seguridad que investigan el hecho no han determinado el móvil del crimen.
Los agentes policiales fueron asesinados a balazos a pesar de que en Colón está prohibido el porte de armas desde agosto de 2012, cuando el Congreso Nacional aprobó una reforma a la Ley sobre Control de Armas, Municiones y Explosivos.
En los últimos años, Colón, ha sido escenario de un conflicto entre campesinos y terratenientes que ha cobrado la vida de más de un centenar de personas, en su mayoría labriegos, según datos de organismos de derechos humanos.
Información: Douglas Varela
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